Ya es hora de conocer a fondo esta parte del cuerpo de la que tan poco se habla.
Mucho hemos hablado hasta ahora de las formas del pene, de su tamaño medio alrededor del mundo e incluso de lo que la ciencia considera qué es un pene normal. Pero ya es hora de cambiar de tema y centrarnos en lo que de verdad debería importarnos a nosotras: los diferentes tipos de vaginas que existen. Son una parte increíble de nuestro cuerpo, pero lo cierto es que no las conocemos lo suficiente. Quizá por pudor o tal vez por falta de información. Lo que está claro es que estamos acostumbrados a ver penes por doquier: en los cómics, en los grafitis, en los dibujos a lápiz que nuestros compañeros hacían en sus pupitres… Pero ¿qué ocurre con las vaginas? ¿Hasta qué punto las conocemos?
Probablemente incluso tú, que tienes una, la confundas con la vulva (y no, no son lo mismo). Así que, para evitar confusiones y poder llamar por fin a las cosas por su nombre, vamos a profundizar un poco más en el maravilloso mundo del aparato reproductor femenino. Porque ya es hora de dejar a un lado los eufemismos que nos inculcan desde la infancia y que alimentan el tabú sobre
No es lo mismo vulva que vagina
Primero, hablemos con propiedad. Porque es muy probable que cuando digas vagina, a lo que realmente te estés refiriendo es a la vulva.
La vulva integra todos los órganos sexuales externos, que son: el monte de venus, labios externos e internos, clítoris, glándulas vestibulares, el orificio uretral (por donde orinamos) y el inicio de la vagina. Es, prácticamente, todo lo que podemos «ver».
La vagina se considera un órgano interno, pues se trata del canal hacia el cérvix y el útero, la parte final del canal del parto, el canal de salida de la menstruación y el orificio por el que (hablemos claro) se introduce el pene durante las relaciones sexuales.
- Srta. Barbie: la que todos imaginan cuando piensan en esta zona del cuerpo, pero que pocas mujeres tienen. Se da cuando los labios mayores tapan completamente los menores.
- Srta. Cortinas: mucho más común que la anterior; se da cuando los labios menores sobresalen más que los mayores.
- Srta. Buñuelo: parecida a la primera y más frecuente. La diferencia es que los labios «abultan más» debido al tamaño del hueso púbico.
- Srta. Herradura: denominada así por la «abertura» en la parte superior, por la que asoman los labios menores, mientras que por abajo los tapan los mayores.
- Srta. Tulipán: llamada así por la similitud con el capullo de esta flor. Los labios menores están expuestos a lo largo de toda la longitud de los labios mayores.
Después de esta divertida y certera clasificación, poco queda que añadir. Recuerda que tu vagina es única. Conócela, cuídala, rompe con los tabúes, ¡y disfruta de ella!
Fuente: www.enfemenino.com